Derrotó a Obras por 93 a 92 en un partido trepidante.
Mantuvo en vilo a su gente hasta el último segundo. Pero nuevamente emergió triunfador en Once Unidos. Quilmes le ganó anoche a Obras Básket, por 93 a 92, y sumó su cuatro triunfo seguido y el séptimo en sus últimos ocho partidos. Y sus acciones cotizan en alza en la Liga Nacional de Básquetbol.
Pareció, de arranque, que la noche venía dulce para Quilmes. Estableció un contundente 10-2 de entrada con dominio absoluto frente a un oponente que tenía nula efectividad en sus lanzamientos.
Lo más interesante de ese inicio era que el “tricolor” mandaba sin puntos de su anotador más importante, Walter Baxley. Obras se esforzó en alejarlo del contacto con la pelota. Primero se encargó de él Bruno Fitipaldo y luego el marplatense Selem Safar.
La estrategia dio resultados, porque Baxley anotó sus primeros puntos -únicos 2 del segmento- recién a la mitad del primer cuarto.
Un buen aporte ofensivo de Fitipaldo y la carga al rebote ofensivo le entregaron buenos resultados al visitante, que se puso en partido bastante rápido.
El visitante cerró el cuarto de apertura con una mejor imagen colectiva y desnudando algunas cuestiones defensivas que el local no logró sobrellevar (permitió 23 puntos en el segmento inicial).
A todo esto, Baxley, desenfocado y empecinado, llevaba 1/6 en tiros de cancha y hasta se había ganado una falta técnica por protestar una falta no cobrada.
Privado de correr el contraataque (otro aspecto que Obras se encargó de vigilar), para el “tricolor” se hizo vital Maximiliano Maciel con su tiro abierto (3 de 3 en triples).
Sin embargo, el saldo de 9 pérdidas en la primera mitad resultó difícil de disimular para los dirigidos por Leandro Ramella. Los errores fueron capitalizados por un activo Lorrenzo Wade y una positiva ráfaga de Tomás Zanzottera para establecer una brecha apreciable (33-41).
Pero la preocupación naciente no fue mucho más allá. Los ingresos de Alejandro Spalla y Fernando Calvi aportaron 4 minutos de mayor intensidad defensiva y el panorama se recompuso del todo con la entrada en acción de Baxley (7 puntos en un ratito).
La inteligencia y eficacia de Lorrenzo Wade y la conducción de Fitipaldo extendieron la supremacía de Obras durante la mayor parte del tercer cuarto. A Quilmes, que se mantenía cerca en las cifras, todo le costaba más. Entonces Ramella arriesgó con los tres perimetrales en cancha (Cequeira, Luca Vildoza y Baxley) junto a Maciel y Tayavek Gallizi, a riesgo de otorgar ventaja de centímetros para emparejar al alero.
Las variantes adelante estaban. Había que defender un poco mejor. Y tras una bandeja fallada por Fitipaldo, la corrida de Vildoza terminó en doble y foul antidpoeritvo de Iván Basualdo. Metió el libre adicional y de la reposición Baxley anotó otro doble. Posesión que tuvo valor de 5 puntos y el “tricolor” pasó al frente 63-61.
No obstante, Wade estaba imparable con sus tiros y sus rebotes ofensivos, aunque la solución la encontró el propio entrenador español Trifón Poch, quien lo sustituyó por Zanzottera.
Entre el enredo de Quilmes adelante y la productividad de Marcos Delía, el cielo se oscureció para los marplatenses. Hasta que llegó al rescate el fenómeno Baxley. Después de aquellos 2 puntos en el primer cuarto, es difícil explicar cómo llegó a 29. Los hizo de todos los colores. Y a falta de 2,5 segundos, Wade intentó robar pero le hizo falta a Maciel. El entrerriano coronó su gran noche encestando sólo uno de los libres. Necesario y suficiente para una victoria sufrida, trabajada y muy festejada.
Síntesis
Quilmes (93): L. Cequeira 14, W. Baxley 29, M. Maciel 19, I. Clark 5 y T. Gallizi 8 (FI). L. Vildoza 9, D. Romero 7, F. Calvi 2, A. Spalla 0. DT: Leandro Ramella.
Obras Básket (92): P. Barral 0, B. Fitipaldo 23, L. Wade 24, I. Basualdo 8 (x) y M. Delía 14 (FI). S. Safar 5, D. Coleman 6, T. Zanzottera 12, P. Tabarez 0. DT: Trifón Poch.
Estadio: Once Unidos.
Arbitros: Daniel Rodrigo y Mario Aluz.
Parciales: 20-23, 44-45 y 65-63.